mi nuevo trabajo...

el auto me había llevado a una casa que, a simple vista, se veía simple...Así que solamente baje del auto, despues de recibir todas las indicaciones, y me dirigi a la puerta...a tocar el timbre...
<<- que tranquilidad la que se disfruta aquí >> - pensaba mientras esperaba a que abriera mi nueva ama...

Sailó a recibirme una muchacha semi desnuda con una cerveza en sus manos...debo admitir que era atractiva.
-señorita Misa? - le pregunte con cordialidad y en de una manera formal, esperando una respuesta - es usted la señorita Misa?

- si... para servirle - le hice una reverencia, ciertamente un poco molesto.Nunca me ha gustado estar bajo el mando de alguien, pero debería acostumbrarme si ese iba a ser mi trabajo. - me llamo Jack Faded... pero supongo que eso ya lo sabía...

me adentré a la casa cuando Misa me lo dijo y di una mirada rápida a la casa...por dentro era la típica casa de una mujer
- Misa-sama...cual será mi habitación? - no quería parecer muy frío, pero necesitaba dejar mi equipaje en algun lugar antes de empezar mis labores de sirviente

La seguí, como ella dijo, hasta lo que sería mi habitación...
- debo cambiarme enseguida y empezar con mis labores? - le dijé, acomodando mis cosas en la cama (en realidad solo era una mochila -_____- ), y sacando el traje de sirviente que me habían pasado en la compañía...

- como guste - le hice una reverencia y comencé a cambiarme, sin darme cuenta de que Misa todavía esataba en la habitación.
llegué hasta los pantalones cuando vi que Misa me observaba detenidamente... estaba sin la camisa, así que voltee hacia ella. - ¿hay algo más que la señorita necesite? - con el tono formal de sirviente

Termine de cambiarme. Llevaba un look desordenado, aunque conservaba el estilo de un sirviente. Así que me dirigí a la cocina a preparar lo que me habían pedido, encontrandome con Misa ahí.
- ¿también prefiere un refresco? - ya comenzaba a cocinar y estaba esperando la respuesta para ver si le preparaba un refresco o no...

- de acuerdo - estaba a punto de terminar de cocinar, así que preparé un plato especial para Misa y lo dejé en la mesa, esperando a que ella tomara asiento para acercarle la silla - ya esta todo listo, Misa-sama - le hice una reverencia mientras mi mirada se mostraba un poco fría...

- no, nada...siento mucho si la he incomodado - traté de suavizar mi mirada mientras la apartaba de ella, pero era imposible. Vi que comenzaba a comer y me quedé apartado detrás de ella para cualquier cosa que necesitara.

- como usted ordene, Misa-sama - le dedique una reverencia y me marche hasta su habitación, continua a la mía. De verdad era un desastre y parecía como si alguien hubiese dormido hay una semana seguida - ~rayos, que desastre ~ - comencé a ordenar de apoco y con cierto disgusto, cuando comienza denuevo el dolor en mi pecho, produciendo que tosiera un poco...

- No ocurre nada para que se preocupe - después de un momento, el dolor disminuía, pero no desapareció del todo.
Entonces le dedique una mirada penetrante mientras me acercaba a ella atrevidamente.

- es usted pura ¿verdad? - sin darme cuenta, la estaba acorralando contra la pared... - l-lo siento...- me aleje de ella para seguir con los asuntos que me habían ordenado.

Al acto de Misa, mi pecho comenzó a doler nuevamente, pero con una intensidad como jamás había sentido...
- Mi-Misa-sama... - estaba débil, así que no pude evitar apoyarme en ella para sostenerme. Quedé observando sus ojos un momento, para luego devolverle el beso, apesar del dolor que, por lo que realice, comenzaba a disminuir...