La llegada...

Pasado tres años desde que entré en el oficio de Maid, habiendo estado casi un año sin trabajo, por fin me habían contratado de nuevo, tenía las maletas en la mano y miraba con asombro el departamento donde ahora iva a trabajar hasta que mi nuevo amo me echara o acabara por alguna razón. Seguía observando el lujoso departamento que se alzaba delante mia, aunque no esperé más y me acerqué a la puerta, toqué al timbre y dejé las maletas en el suelo.

-B-buenos días....soy la nueva Maid....-

Grité para que me oyeran.

Habia sentido el timbre, así que me encaminé hacia la puerta para abrirla, ya que, de seguro, sería la maid que había contratado, aunque no tuve que constatarlo por el grito que salió de sus labios, lo que hizo que sonriera levemente. Abriendo la puerta
- buenos días - le hago la seña para que pasara mientras tomaba sus maletas y las llevaba adentro - perdón el desorden

Después de un rato a fuera esperando a que me abriesen, alguien abrió la puerta, seguramente sería el dueño, pero no estaba muy segura, ya que no me dieron la suficiente información del quien iva ha ser la maid mientras tanto.

-B-buenos días.....tranquilo señor....me contrataron en esta casa para servir.....un poco de desorden lo limpiaré en un momento.....¿usted es el señor que me contrató?-

Aquel hombre era de unos 1,80 metros de estatura...mucho más alto que yo...y se notó cuando pasó por al lado suya para entrar a la casa..., con una cabellera rubia, ojos verde, de cuerpo escultural, brazos fuertes, delgado....algo que no me imaginaba....ni por asomo.

-Si es usted.....entonces comenzaré a trabajar....lo antes posible-

- si, soy yo - en forma de presentación y muy formal le besé la mano, acto que la puso un poco nerviosa, aunque creo que eso también lo provocaba mi apariencia. Pantalones formales y una camisa negra que estaba un poco rasgada en los brazos - no te apresures en ponerte a trabajar, primero debo mostrarte tu habitación - no podía evitar ponerme serio en ese aspecto, pero le dedique una sonrisa algo amable. - ven, sígueme - cogí sus maletas mientras la conducía a lo que sería su habitación, una pieza pintada de verde y amueblada adecuadamente - espero que te guste

Spoiler:

Sigo a aquel hombre y me llevó hacia una habitación pintada de verde claro, muebles de madera, incluido el suelo, que también era de madera, el cuarto de baño no era muy amplio, pero si lo bastante para mí, ya que solo lo utilizaría para algunas cosas....entré en la habitación para verla mejor y me quedé fascinada al verla por completo.

-Vaya.....-

Pensé sorprendida, me dirijí hacia el baño, y como lo había supuesto solo había lo esencial que necesitaba.

-S-señor....con una habitación más simple hubiera bastado...-

En anteriores mansiones vi también habitaciones lujosas, pero la que me tocaba mi siempre era más pequeña que esta y sin el color ambiental que daba en esta habitación.

- lo siento, pero prefiero que los que trabajan para mi siempre tengan lo mejor - dejé las maletas de Zen en un rincón de la habitación para luego disponerme a salir - puedes acomodarte ahora, ya que no necesitaré nada hasta en un rato más - me dispuse a salir cuando doy media vuelta hacia ella y le dedico una sonrisa - bienvenida...- salí de la habitación hacia la mía, dejandola sola para que arreglara las cosas en su habitación.

Después de que él se fuera cogí las maletas que había dejado en un rincón y las pongo encima de la cama, abriendolas para coger mis cosas y comienzo a "acomodarme" en la habitación, poniendo la ropa en el armario y las demás cosas en su lugar, pero alguna que otra prenda que no cabía la dejé en la maleta, después de todo eso me dirijí hacia el baño con el uniforme, ya que de seguro empezaría hoy con mi trabajo. Minutos más tarde ya estaba arreglada y me paré enfrente del espejo y por alguna extraña razón su cara se reflejó en el espejo, aquella sonrisa y la palabra "bienvenida" resonaba en mi cabeza.

-Es extraño...-

Pensé mientras meneaba la cabeza para dejar de pensar en eso y soltarme la cola que llevaba, dejando que mi cabello rosado cayera suelto hasta por debajo de mis glúteos, lo cepillé varias veces y comenzé a hacerme la cola nuevamente, y para acabar poner la gomilla y encima un lazo grande de color negro.

-Perfecto-

Dije mientras guardaba las cosas y arreglaba todo un poco, ahora debería ir a verle para saber si ese momento de que deseaba algo era ahora, salí de la habitación y me dispuse a buscarle por todos lados, encontrandome con lo más fascinante de todo....el departamento...era algo más pequeño que las otras mansiones, pero no dejaba de sorprenderme lo lujoso y a la vez hermoso que era.

-¿Dónde estará?-

Me pregunté a mi misma mientras seguía buscandole

Estaba en mi sala de entrenamiento, practicando con la espada, cuando veo por la rejilla de la puerta que Zen me estaba buscando, así que salí para que ella pudiera verme, sin darme cuenta de que estaba sin la camisa, dejando ver las heridas en mis brazos y pecho, y cubierto de sudor por el entrenamiento.
- ¿me buscabas, Zen? - le miré un poco serio, pero no intimidante como siempre solía mirar a la gente. Note que estaba sin la camisa, así que me puse lo primero que encontré que fuera mío para ponermelo, y mi mirada se volvío más fría por eso. No me gustaba que la gente viera...una marca del pasado - ¿estas lista?

Después de buscarle por toda la mansión por fin le encontré...o más bien...él me encontró a mi, al principio salió de una habitación sin camisa, lo cual me provocó un leve sonrojo en mis mejillas, pero después recobré un poco la compostura al oir la primera pregunta de él.

-S-si señor-

Después me miró con un semblante serio, pero no lograba intimidarme, no sabía del todo por qué, pero después me quedé mirando su torso al descubierto, el cual estaba lleno de heridas y sudoroso, un pensamiento que no solía tener pasó por mi cabeza lo cual me sonrojé y miré hacia abajo, él se puso lo primero que vió y su rostro ahora era algo frío, lo cual me incomodaba un poco, al rato me volvió a preguntar.

-P-por supuesto señor-

- bien - dejé la espada que tenía en la mano dentro de la sala de entrenamiento para luego voltear hacia ella nuevamente - necesito que me prepares el almuerzo - le dije un poco molesto, aunque no sabía la razón... Esperaba su respuesta observando directamente sus ojos y noté que se sonrojaba un poco. No pude evitar sonreír levemente para mi mismo, y un leve impulso hizo que me acercara un poco a ella...

Después de que le contestara que sí a la pregunta de que si iva a empezar a trabajar, entró en una sala de entrenamiento, o eso me pareció, y dejó la espada que tenía en la mano y luego volteó para mirarme nuevamente, luego me ordenó que le preparaba el almuerzo con un todo molesto...¿había ya echo algo malo?....me miró directamente a los ojos lo cual me sonrojé y llevé mis manos hacia atrás.

-¿Quiere algo especial para almorzar señor?-

Le pregunté mientras veía que se dió cuenta de mi sonrojo lo cual pareció que esbozó una sonrisa y de un impulso, se acercó a mi, lo cual me cogí aire y procuré no mirarle a los ojos, ya que un acto así me produciria que me sonrojara más de lo que estaba, pero se me hizo en vano, ya que levanté la mirada y lo primero que ví fueron sus ojos.

Su mirada se fundió en la mía mientras la observaba atentamente. - No prefiero nada en especial - le dije, alejandome un poco de ella. Mis manos tenían un leve temblor. - pero...me gustaría hacerte una exigencia en cuanto al postre - esperaba su respuesta con una semisonrisa que tenía tintes de picardía. Por una extraña razón que no acababa de entender, deseaba acariciar su rostro aterciopelado y sonrojado que tenía en ese momento...

Me contestó que no prefería nada especial, asi que me tocaba sorprende con "mis dotes" para la cocina, era buena o eso me decían cuando cocinaba, se alejó un poco de mi y noté que sus manos estaban un poco temblorosas, lo que me confundió un poco ¿le estaría pasando algo?

-Como quiera señor....-

Después me dijo que le gustaría algo con el postre, me fijé nuevamente en su rostro que esbozaba una media sonrisa con algo de picardía, lo cual me sorprendía bastante sin saber la razón, pero eso no me dutevo para pregutarle sobre qué quería el postre.

-¿Y qué quiere de postre?-

Dije con una voz algo tartamudeante, ya que seguía algo sonrojada por cosas que habían sucedido anteriormente y por aquella media sonrisa con un poco de picardía en ella.

-¿En qué estará pensando ahora?-

Me pregunté a mi misma mientras seguía observando aquella media sonrisa, pero después decidí mostrarme "fuerte" y esbozé como pude una sonrisa.

Me acerqué a su oído, tomando su rostro con una de mis manos y acercando su cuerpo al mío - ~te quiero a ti~ - fue un susurro provocador, que hizo temblar todo su cuerpo. Me alejé de ella para observar su rostro sonrojado... - claro, si no te molesta - y me alejé hacia mi cuerto para darme una ducha fría con una sonrisa sarcástica en mis labios...

Me sorprendío bastante la respuesta que él me dió y como ya era costumbre me sonrojé bastante, mi cuerpo tembló por completo, se alejó un poco de mi e hizo un comentario el cual muchos pensamientos pasaron por mi mente en ese momento, pero entonces él se retiró, seguramente a su habitación, había una sonrisa sarcástica dibujada en su rostro, pero no le di mucha importancia. Después de eso me dirijo hacia la cocina y comenzo a buscar la cocina. 10 minutos tardé en encontrarla, pero daba igual...busqué por ella los ingredientes que necesitaría y comenzé a cocinar.

-Según me dijeron le gustaba la piña...entonces ya sé que podré preparar-

Pasó 15 minutos desde que comenzé a cocinar, hasta que acabé de cocinar y preparé la mesa, luego pongo el plato con la comida y me quedo pensando en el postre, recordando lo que dijo anteriormente me vuelvo a sonrojar....pasaron los minutos y decido ir a buscarle a su habitación.

-S-señor...la cena está lista-

[OFF-Foto de la cena =) http://3.bp.blogspot.com/_y9yrGp1U0hI/RvAPT_HJDLI/AAAAAAAAALM/wbaVlqWFYWw/s320/pi%C3%B1a+rellena.jpg ]

Me había puesto una camisa negra, unos jeans negros y una chaqueta formal blanca, haciendo una combinacion perfecta de los colores. Zen estaba entrando a mi habitación cuando termianaba de aborcharme la camisa, así que le dedico una mirada superficial.
- gracias, Zen, ire enseguida - termino de guardar mis espadas y luego me volteo hacia ella. Todavía tenía el sonrojo en sus mejillas.
Fui hacia la mesa y encontre la comida que había preparado Zen...con piñas! Me senté a la mesa y comencé a comer en silencio, notando que Zen se retiraba a la cocina, la detuve de la mano y le quedé mirando. - me gustaría que...comieras conmigo, en la mesa - el temblor en mi mano comenzó denuevo mientras observaba sus ojos.

Después de llamarle en su habitación se había vestido con ropa a juego, en otras palabras que combinaban los colores, algo que en mi interior me hacia penser demasiadas cosas, luego nos dirijimos en silencio hasta el comedor, donde la cena ya estaba servida, se sentó en la mesa y decidí ir hacia la cocina, ya que había escuchado el horno, pero entonces algo me agarra de la mano, era la de él, me pedía que comiese junto a él, por alguna razón que no lograba entender, su mano comenzó a temblar nuevamente.

-N-no se preocupe señor....y-yo ya comeré más tarde....debo ir a la c-cocina a por su postre-

Dije con una voz un poco tartamudeante, mientras me soltaba lentamente de aquel agarre y entraba a la cocina, dirijiendome hacia el horno, un pequeño pastel ya se había echo del todo, lo saqué y lo puse encima de la encimera, sacando después un bote con chocolate líquido, virtiendolo sobre el pastel, pero al echarme un poco hacia atrás un poco de chocolate cayó sobre mi nariz, pero sin que yo me diese cuenta.

-Ya está-

La solte suavemente cuando me dijo que comería más tarde..De verdad no entendía mi actitud en ese momento. Volvió a la cocina y yo me quedé en el comedor, terminando de comer mi almuerzo, cuando veo que regresaba con un pastel de chocolate en su mano, y diciendo " Ya está " dejó el pastel en la mesa. Le mire por un segundo y , sonriendo para mi mismo, me levanté de mi asiento, me acerqué a ella, y le lamí suavemente su nariz.
- tenías chocolate en el rostro - le dijé, cuando acabe de sentarme denuevo a la mesa y comenzaba a comerme el pastel. Mi rostro estaba inmutablemente serio.

Cuando llevé el pastel hacia el comerdor él se levantó y me lamió la nariz, el despiste típico en mí cuando cocinaba, mi cara se puso más roja que en otras ocasiones y rápidamente cuando él se volvió a sentar fui hacia la cocina, apoyandome sobre la encimera tapandome la parte de la cara y la nariz mientras que mis ojos se abrieron, luego me acerco al fregadero y comienzo a lavar los platos de la cena.

-¿por qué me pasa esto?-

Penso mientras sigo lavando los platos sucios intentando no pensar en el sentimiento que siempre me recorría cuando él estaba cerca...

-Podría ser que....-niego con la cabeza-no...no puede ser....-

Dije mientras me giraba hacia el comedor y lo observaba comiendose el pastel, lo cual volví a lavar los platos con un pequeño suspiro

Después de terminar el pastel, espere a que ella retirara las cosas de la mesa mientras me levantaba para dirigirme a mi habitación en busca de algunas cosas.
Cuando volví al comedor, la mesa estaba desocupada y supuse que Zen se encontraba todavía en la cocina, así que fui hacia ella y, mientras no notaba mi presencia, me quedé observando su figura.
- no te agradecí por la comida - estab apoyado en el marco de la puerta, así que noté a la perfección cuando se sobresaltó por mi presencia - gracias

cuando él se apartó de la mesa fui a por los platos comenzando a lavarlos también pero entonces me sobresalté al oir tan de repente su voz, me di la vuelta y esbozé una sonrisa tímida.

-De nada señor, para eso estoy aqui-

Después de eso me doy la vuelta y comienzo a lavar nuevamente los platos, sintiendo como me miraba, pero no quería hacer nada al respecto, me gustaba que él se fijase así en mi, no sabía muy bien el por qué pero no quería irme de este lugar...no por ahora...hasta que descubriese lo que en verdad pasaba por mi cabeza cada vez que estaba con él

Me quedé un momento observandola detenidamente, cada detalle de su cuerpo para memorizarlo en mi memoria. No sabía por qué sentía lo que sentía, pero no era momento de preguntarmelo...solo tenía que disfrutar de ese sentimiento que jamás habia sentido por alguien.
Despues de un rato, me dirigí hacia ella...
- Zen, tendré que salir por un momento, pero me gustaría que me esperaras con la cena - casi la había acorralado, y mi mirada se mostraba penetrante - y quiero que esta vez...me acompañes a la mesa - estaba esperando su respuesta.

Cuando dijo que se iva y que le esperase con la cena solté el último plato ya limpio y me sequé las manos con un trapo, dandome la vuelta para verle mejor, pero entonces veo que casi me acorraló entre la encimera y él lo cual me sorprendió un poco, haciendo que me sonrojase levemente, sin quererlo mi mirada se fundió con la suya nuevamente, y esos ojos de color verde, los cuales sin saberlo parecian como si me hipnotizasen y llevaran a otro lugar.

-N-no hace falta señor...ya le dije que comeré más tarde-

Dije sonriendo para poder tapar un poco el nerviosismo que me causaba tenerlo tan cerca de mí

- Zen, odio decir esto, pero es tu amo quien te lo pide - ahora estaba serio y, alejándome de ella, me fui hasta mi habitación, sin antes dedicarle una mirada un poco molesta...
Después de unos momentos, volvía hacia el comedor, encontrandomela ahí, con su figura frágil y hermosa, y su rostro levemente sonrojado.

Después de que yo le contestara él, me con con un tono serio, lo cual me inquietó un poco, pero me inquieté más cuando salió de la cocina mientras me miraba con una mirada molesta, lo cual me giré y comenzé a poner los platos en su sitio para no seguir teniendo esa inquietud, por unos momentos, cuando se fue a su habitación suspiré, pero cuando volvió, rápidamente terminé de hacer lo que estaba haciendo.

-Entonces no podré negarme...como tal sirvienta que tengo que ser....-

Digo con el rostro bajo mientras salgo de la cocina hacia mi habitación, cerrando levemente la puerta y sentandome en el lado contrario de la cama que daba a una pequeña ventana, suspiro y me vuelvo a levantar para mirar por aquella ventana.

-¿De verdad me estoy....enamorando de él?...-