llegando a casa [+18]

oí su comentario y me levanté, volviendolo a besar en los labios, debía ser valiente y decirselo, no quedarme callada como una idiota.

-S-señor...q-quiero...q-que...usted....-

El sonrojo se hizo más visible en mis mejillas y cerré fuerte los ojos, tragé saliva y le miré.

-Quiero que usted me haga suya-

Dije del tirón, pero las piernas comenzaron a temblarme

Acaricie su rostro delicadamente, junto con su cabello, para besarle con pasión sus labios.
- como quieras - la tome de las caderas y mi miembro comenzaba a penetrarle, con un poco de violencia, mientras la apoyaba en la pared para que ninguno de los dos perdieramos el equilibrio...
Se sentía tan cálido el interior de Zen, y mientras la penetraba podía escuchar su corazón latir con fuerza, mientras de apoco ambos comenzabamos a gemir delicadamente, sintiendo el placer de nuestro acto...

Acarició mi rostro y cabello para luego besarme con pasión, al oir su comentario mi corazón comenzó a latir más fuerte, más rápido. Me tomó de las caderas y me pentró con un poco de brusquedad, soltando un gran gemido mezclado con un grito, apoyandonos en la pared del baño, seguíamos gimiendo los dos a la vez, y aquel placer aumentaba y arqueaba la espalda.

-Aaah~....s-señoo~r....siga...siga....sigaaa~-

Todo iva bien hasta que sentí un pequeño dolor punzante venir de aquella zona, poniendo una mueca pequeña de dolor, eché mi cabeza hacia atrás para que él no notase aquel gesto, por que sino todo esto se pararía y él quedaría insatisfecho...o no...

Note que tenía una mueca de dolor, y que rehusaba mi mirada, así que la obligue a mirarme a los ojos. Sus ojos me suplicaban que parara, así que lo hice.
- lo siento...¿fui muy brusco? - todavía estaba dentro de ella, pero sin hacer moviemiento alguno, a la espera de su respuesta...

Hizo que le mirase a los ojos, lo cual delató que me dolió cuando me penetró, escuché su comentario y negé con la cabeza, debía complacerle, me daba igual si me hacia daño o no, él se había convertido, por así decirlo, una persona importante en mi vida.

-U-usted siga...siga como antes-

- no puedo... - dejé su cuerpo apoyado en la pared mientras me alejaba, un poco arrepentido, de ella. Comencé a vestirme en silencio, aunque debía admitir que tendría que "terminar solo" después - no quiero hacerte daño... - acaricié su cabello, besé sus labios tiernamente y luego la cubrí con mi camisa...

Noté como se alejaba y comenzaba a vestirse, sus comentarios hicieron que estuviera cabizbaja todo el rato, le había decepcionado, debía de haber aguantado más. Acarició mi cabello y me besó, para luego cubrirme con su camisa.

-P-por favor señor....no me hace daño....se lo suplico...-

Debía de suplicarle para que siguiese, o ese remordimiento de no haberle compalcido me corroería para siempre

Me quedé observando sus ojos, pensativo, para luego sonreír picaramente.
- será más comodo en la cama ¿no crees? - le tendí la mano para abrazarla en mi regazo y arrastrarla hacia la cama conmigo... Le besé tiernamente los labios para seguir con su cuello y hombros con delicadeza...

Sonreí al escuchar su comentario, me abrazó y me tendió en la cama, besandome tiernamente los labios bajando poco a poco por mi cuello y hombro, entonces le cogí del mentón he hize que me mirase.

-Vayamos directamente al grano señor...-

- ¿esta aflorando tu lado pervertido? - le dediqué una mirada penetrante mientras le sonreí picaramente. Me quité los pantalones y, tomando sus piernas y abriendola lo más que podía, comencé nuevamente a penetrarla, pero ahora con más delicadeza.
Cada movimiento era un choque eléctrico para todo mi cuerpo, el cual se llenaba de un placer cálido al estar dentro del cuerpo de Zen.

Al oir su comentario reí levemente con otro sonrojo en las mejillas y solo le contesté con una sonrisa de oreja a oreja. Se quitó los pantalones, abrió mis piernas todo lo que se podía y comenzó a penetrarme nuevamente, al principio notaba nuevamente aquel dolor punzante, pero al cabo de unos segundos desapareció dejando solo aquel placer que inundaba mi cuerpo.

-Aaah~....señor....aaah~....siga....sigaaa~-

Me abracé a su cuerpo para que no hubiera espacio entre nosotros, los movimientos de su cadera se hacían más rítmicos, adecuandose a los míos.
Mi cuerpo estaba ardiendo de placer, de lujuría y deseo...de excitación... y me unía a sus gemidos...
- v-voy...a correrme... - estaba ya lo bastante excitado para hacerlo...

Sentía sus embestidas, cada vez gimiendo más y más fuerte, mi mente se nublaba y solo pasaba aquel sentimiento de placer que inundaba mi cuerpo, oigo su comentario y sonrio.

-Hagalo dentro....aah~-

Dije antes de besarle y "ahogar" mis gemidos

El placer invadía Cada fibra de mi cuerpo y finalmente termine corriendome dentro de Zen.
Caí agotado a su lado, en la cama, para besarle con pasión, pero tiernamente introduciendo mi lengua en busca de la suya.
- ~eres buena...~ - acariciaba sus largos cabellos con cariño, mantendiendo mis ojos cerrados, sintiendo el aroma de su cuerpo.

Sentí como se corrió dentro de mí, lo que hizo que soltara el último gemido junto al orgasmo, después cayó agotado al lado mia, besando con pasión haciendo que su lengua buscase la mia. Escuché lo que dijo y le sonreí timidamente, sintiendo sus caricias en mis cabellos, me acerco a su pecho y me apoyo sobre él.
-Usted también-
Digo mientras cerraba los ojos por el agotamiento

Mi pecho se sentía cálido al contacto de su cuerpo, de su cabeza sobre mi corazón, el cual latía fuertemente.
Después de un momento, en el cual todas las pasiones fueron disminuyendo, noté que Zen se había quedado dormida entre mis brazos. Quede observando su rostro, que se mostraba totalmente en paz, y eboze una semisonrisa tierna.
- ~eres realmente...todo lo que esperaba, Zen~ - besé su frente delicadamente mientras me movía para no despertarla y salir de su cama.
Me vestí delicadamente para no generar ruido alguno que perturbara su sueño, de seguro estaba exhausta, así que me retiré a mi habitación, sin antes desearle, aunque no pudiera escucharme, las buenas noches a Zen...
- buenas noches...Zen...